Este investigador ha trabajado en múltiples proyectos contra una enfermedad que ha acumulado 280.000 nuevos casos en España el último año.
Francisco J. Iborra trabaja en la biología fundamental del cáncer. La razón por la que lleva a cabo investigaciones para terminar con esta enfermedad, es que la mayoría de gente tiene a algún familiar o conocido que ha fallecido por ello.
También ha puesto en manifiesto su concienciación social con el Ministerio. El científico ha podido llevar a cabo sus estudios y proyectos gracias a becas del Estado y piensa que debe devolver a la sociedad lo que ha invertido en él.
Francisco J. Iborra se incorporó en 2010 al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), dejando de investigar para la Universidad de Oxford, para trabajar en España, donde no dispone de la financiación necesaria para llevar a cabo sus proyectos.
Francisco José Iborra: “Esas condiciones incitan a muchos investigadores brillantes a desistir, tras haber dedicado muchos años de su vida a la investigación”.
La falta de inversión en investigación científica no es algo que ocurra únicamente en España. En 2017, el estadounidense Jeffrey C Hall fue galardonado con el premio Nobel por el descubrimiento de los mecanismos moleculares del Ritmo Circadiano, un premio que llegó con 10 años de retraso tras retirarse debido a la “falta de financiación de sus investigaciones y corrupción institucional”.
La sociedad sigue sumida en el dicho de Unamuno “que investiguen otros”, pero la pandemia del coronavirus ha servido para remover la conciencia de los políticos y de la población, demostrando que España necesita un sistema de ciencia más robusto.
Entre sus proyectos de futuro, Francisco J. Iborra ha querido destacar dos investigaciones científicas:
La primera tiene que ver con los tumores. Muchas veces la terapia no afecta del mismo modo a todas las células y alguna puede escaparse del tratamiento, esto puede causar como consecuencia un nuevo tumor más tarde. El objetivo del proyecto de Iborra es poder controlarlo y matar a esas células díscolas.
La segunda, más actual, tiene que ver con la búsqueda de tratamientos contra el COVID-19. En su laboratorio han investigado varias alteraciones que están estudiando si pueden ser importantes para la replicación del virus. La idea es tratarlas con fármacos que restauren la función de los genes alterados por el virus, para ver si de ese modo se puede impedir la progresión de la infección o incluso eliminarla.
Francisco J. Iborra también ha participado en la publicación del libro Biología Celular, un proyecto de Joaquín de Juan, de origen sajeño.
Iborra obtuvo el premio Robert Feulgen de la Histochemical Society, un galardón como reconocimiento a sus años de trabajo postdoctoral en la Universidad de Oxford.