El proyecto “Lecturas por sonrisas” avanza sobre hombros de gigante y ya cuenta con casi 60 centros educativos participantes y 10.000 alumnos.
Como miembro del colectivo Docentes Gamificando, el director del colegio Alberto Sols de Sax, Bernardo Jareño ha logrado diseñar, apoyado por sus compañeros y compañeras el proyecto “Lecturas por sonrisas”, en el que el juego es la excusa para leer y los libros, la llave para abrir el cofre de las oportunidades.
Aprender y donar jugando. Así podría resumirse su iniciativa de fomento de la lectura con fines solidarios, materializada gracias a la ayuda de Sara Navarro (docente del mismo centro), Alfons Nàcher (de Algemesí) Iñaki Ibargoyen (actualmente, maestro en Sabadell) Celes Gil y Gabriel Jover (ambos directores). Juntos pretenden transformar las aulas a través de la gamificación. Esto es, “aplicar las técnicas de los juegos y los videojuegos a un contexto educativo”. En su caso, realizan seminarios web una vez a la semana y comparten presentaciones y trabajos originales para guiar y ayudar a otros docentes, que pueden así emplearlos en sus clases.
Este proyecto tenemos que recordar que su objetivo principal es unir el fomento lector y la solidaridad y esto es gracias a la lectura del alumnado y a los patrocinadores entre los que se encuentran varias instituciones y empresas de nuestra localidad, una muestra más de la solidaridad de nuestros vecinos.
Hasta la fecha se han enviado tres cofres solidarios y esperando a enviar el próximo a la Palma, donde están viviendo una situación muy complicada. ¿Os gustaría uniros al proyecto o patrocinar cofres? Lo podéis hacer en el siguiente enlace: bit.ly/lecturasporsonrisas
Las reglas del juego
En “Lecturas por sonrisas”, por cada libro leído, se consigue una llave. Estas se van acumulando en una barra de progreso similar a la de un videojuego. Cuando, entre todos los centros implicados, se obtengan las llaves necesarias para desbloquear el primer cofre (5.000), este se abrirá y se descubrirá entonces todo el material escolar que incluía y el centro al que va dirigido. Luego, la escuela receptora deberá enviar una foto, un vídeo o una carta para confirmar la llegada del premio y agradecerles el esfuerzo, de modo que este sea un aliciente para seguir leyendo. Así, se combina la lectura en formato físico, ya sea en clase o en casa, con la interacción virtual a través de mapas y lectómetros diseñados para la ocasión. La plataforma cuenta, además, con un apartado de recomendaciones para todos los ciclos.
Los jugadores
De infantil a bachillerato, pasando por escuelas de idiomas y centros especializados. Públicos, privados o concertados y de cualquier parte del mundo. Todos tienen cabida en un proyecto cuyo motor no es otro que la solidaridad. No importa si es el alumno quien lee o si, por su corta edad, es la maestra o la familia quien le transmite la historia. “Al fin y al cabo —recuerda Jareño—, estamos fomentando desde pequeños el gusto por la lectura”. Quizás por eso, en apenas dos meses —el tiempo transcurrido desde que empezó el juego—, se han adherido ya unos 60 centros de toda España e incluso dos de Argentina y Colombia. La intención, en efecto, es que las lecturas y las sonrisas sigan extendiéndose todavía por otros países y beneficiando a más y más estudiantes.
El “equipo” de los receptores, por su parte, lo forman centros con pocos recursos y con dificultades para obtenerlos. Para optar a uno de los cofres solidarios, deben hacer su propuesta a través de un formulario en el que expongan sus necesidades. Esta vez, el primero en recibir material escolar será un colegio de Tarragona con alumnado inmigrante de entre 14 y 16 años en riesgo de exclusión social. Entre los siguientes destinatarios, apunta Jareño, destaca el colegio de La Palma engullido por el volcán, cuya directora les pidió esperar a ser reubicados para determinar con certeza sus necesidades. “La idea es enviarles dos cofres del material que nos soliciten”, detalla el docente de Sax.
La banca
En cualquier caso, como en (casi) cualquier juego que se precie, es imprescindible la presencia de la banca; en esta ocasión, representada por los ayuntamientos (hasta ahora, de Sax y Salinas) y las empresas patrocinadoras, pues serán unos y otras quienes se encarguen de llenar total o parcialmente los cofres. Dado que cada uno incluye 500 euros de material, algunos han sido financiados por una sola entidad y otros cuentan con las aportaciones de varias de ellas. Hasta el momento, se han preparado siete cofres patrocinados, pero el objetivo de Docentes Gamificando es que se unan muchas más instituciones para poder ayudar a mucha más gente. La Generalitat, de hecho, también ha mostrado su interés en el proyecto y podría aliarse próximamente.
Con el fin de comprobar si la iniciativa está dando sus frutos se pide un registro de las lecturas dos veces al mes y calculando la mediana de la clase, que no la media. Es decir, tomarán como referencia la cantidad de libros que más alumnos o alumnas hayan leído. Solo con este método podrán hacer una valoración trimestral y anual y compararla con los datos del año anterior para concluir si, como se espera, las sonrisas ajenas son el mayor impulso para las lecturas propias.