El pasado día 27 de enero, Joaquín Orihuel y Tomás Olcina visitaron nuestro pueblo para conocer las raíces del emblemático “Tío Ramón”.
Ramón Torreblanca Belman era el nombre de este personaje, un hombre trabajador que marchó después de la guerra a al Condado de Cocentaina, en donde la familia Orihuel lo acogió como un miembro más de su familia. Tomás Olcina, joven compositor, entabló muy buena relación con él, surgiendo de ello el famoso pasodoble.
El Tío Ramón nunca dejó de recordar su pueblo natal: Sax. Sus gentes, sus costumbres, sus fiestas… por ello las familias Orihuel y Olcina han tenido el deseo de visitar y conocer el pueblo del que tanto les hablaba.
Durante la mañana del día 27 de enero visitaron nuestro pueblo guiados por Vicente Vázquez, Alberto Ochoa y Manoli Aracil, recorriendo el casco antiguo, la ermita de San Blas, la casa de Alberto Sol y más lugares de Sax. Durante el recorrido tuvieron el gusto de saludar a la alcaldesa y concejal de cultura. Continuando la mañana visitaron la sede de la Unión Musical y Artística de Sax, con la cual se une una curiosa casualidad, ya que fue la primera en grabar este pasodoble adjunto en el primer disco de vinilo. Jose Francisco Girona, presidente de la entidad, les informó del funcionamiento de la agrupación e incluso de una posible y próxima visita.
Tomás y Joaquín con sus respectivas esposas intercambiaron opiniones con Eduardo Aracil músico honorífico de la Unión Musical de Sax, y Antonio Torreblanca, descendiente de la rama genealógica del personaje que nos ocupa. Incluso la fortuita visita de Ana Arnau Villar, nieta del famoso compositor Miguel Villar, que se encontraba en nuestra población por motivos festeros.
Paco Sánchez Alarcón, presidente de la Mayordomía de San Blas, cedió la sede para que todos los descendientes de la familia Torreblanca pudieran reunirse para entablar amistades y conocer esta curiosa historia. A ello se une igualmente la casualidad de que la sede de la Mayordomía fue la antigua casa de los Torreblanca, en donde se conserva el original escudo que contenía la fachada incrustada actualmente en el suelo para su conservación. Todo un cúmulo de casualidades que van aumentando este hecho tan singular, esta curiosa historia de Ramón Torreblanca en la que todavía se sigue investigando, pues desapareció después de su ingreso en el Asilo de Alcoy y nunca se supo de él.
Próximamente, algunos miembros de la familia Torreblanca viajarán a las poblaciones de Gorga y Balones, poblaciones en donde trabajó y vivió, en donde los habitantes más longevos todavía lo recuerdan. A la que se le añade igualmente otra coincidencia, ya que Sax y Gorga compartimos el mismo patrón: San Blas. Quizás fuera esto otro de los motivos de los que se quedara en aquel lugar…