Sus Majestades los Reyes de Oriente, acompañados de sus pajes, llegaron a la Villa de Sax donde fueron recibidos por cientos de niños que les acompañaron en la Gran cabalgata y que daba comienzo sobre las 18:00 horas, con la recogida de los pastorcillos, desde la Plaza de la Constitución, pasando por las vías, Medico Cortes, Plaza Cervantes y Gran Vía, donde al final de esta calle fue el emplazamiento desde el que los Reyes Magos de Oriente, partían en su cita anual con los niños y niñas sajeños en la tradicional Cabalgata de Reyes.
El evento con carácter “popular” fue exquisito en el desfile, cuya presente edición contó con la participación de niños y jóvenes de toda la localidad, así como asociaciones y entidades de Sax, donde seguridad y el control del recorrido estuvo bien cubierto por la Policía Local, Protección Civil y Cruz Roja y fue todo un éxito ya que no se registró ningún incidente durante todo el evento, un gran trabajo y colaboración de todas las personas, entidades y empresas de Sax, que han participado en la organización de la cabalgata, y la entrada de los Magos de Oriente en Sax que tuvo nuevamente una gran acogida entre el público.
Los magos con todo su séquito venían desde la Avenida de Pascual Carrión, y llegaron al principio de la Gran Vía donde les esperan los pastorcillos, y los ediles sajeños. Los reyes, Gaspar , Melchor y Baltasar, entraban a la Villa, montados en sus caballos.El sonido de las bandas de música de la Villa, Sociedad Instructiva Musical Sones de Sax, Colla Los Amigos y la Sociedad Unión Musical y Artística de Sax, pusieron la banda sonora a este bonito y emocionante acto tan tradicional. Tras recorrer las vías, Pascual Carrión, Gran Vía, Plaza Cervantes y Médico Cortés, la comitiva llegó a la Iglesia Nuestra Señora de la Asunción donde en su interior los Reyes Magos ofrecieron el incienso, la mirra y el oro al niño Jesús, que descansaba en el portal de Belén.
Después, la Alcaldesa de la Villa de Sax, Laura Estevan, recibió a los Reyes Magos en el balcón del Ayuntamiento, y les entregó una Llave Mágica con la que sus majestades pudieron abrir las puertas de los todos los hogares de Sax, en su reparto de ilusión a los niños sajeños.