Las actividades para la infancia son increíblemente sonadas estos días por la relación con estas fechas y en todas las polémicas siempre sale el comentario de “la infancia es la gran dañada de la pandemia”. Pero, ¿es realmente así?
Los y las peques de las casas tuvieron que quedarse sin sus fuentes de socialización principal como los colegios y los parques, pero ya están otra vez en ambos desde hace mucho. Sin embargo, ¿qué hay de la tercera edad la cual, ya a largo plazo siguen sin lugar de reunión en su centro social como era su cafetería, donde muchas personas iban a desayunar y luego a jugar una partida y ésta era su única salida y socialización diaria? ¿Y aquellas personas, también de la ancianidad, que iban a hacer ejercicio a la ciudad deportiva dos veces por semana, pero dicha actividad canceló por la pandemia y siguen sin esta fuente de movimiento y socialización?
Por otra parte, no nos olvidemos de la adolescencia la cual en este pueblo no tienen ningún sitio donde ir, ninguna alternativa de ocio desde lo público. No pueden ir a la ciudad deportiva si no son de ningún club deportivo federado y con el balón que no vayan a plazas porque se prohibió el pasado 25 de Noviembre. Ni tienen ya un centro juvenil, ni en este momento biblioteca. Lo único que les queda es estar en grupos por la calle (lo cual también molesta a la gente), o en zonas apartadas bebiendo, porque incluso el ejercitarse con patines, patinetes, bicicletas y demás por la calle y plazas se lo han prohibido recientemente. Pero nos quejamos de que la juventud solo bebe o juega a videojuegos… ¿les damos otras opciones?
Es imprescindible que hagamos cosas para la infancia, pero también para la adolescencia y la senectud ya que estas dos últimas todavía necesitan más la socialización que la primera. La adolescencia porque socializar es lo importante de esas edades y condicionará en su vida futura el cómo aprendan a relacionarse ahora, y la tercera edad porque bastante solas hemos dejado a nuestras personas mayores para no contagiarlas y protegerles para que también los aislemos de sus actividades no peligrosas.