Según expone el propietario en la plataforma de compraventa Wallapop, se trata de «un trozo de la historia de España» que podría acceder a ayudas europeas para restauración edificios dado que cuenta con un Bien de Interés Cultural (BIC). El complejo «de gran valor histórico» cuenta con agua potable y luz. El precio, eso sí, no es apto para todos los bolsillos: 90 millones de euros.
En Wallapop y otras plataformas de compraventa de productos de segunda mano se encuentra casi cualquier cosa. Y prueba de ello es que en la primera de las aplicaciones hay a la venta una aldea entera, situada en la provincia de Alicante. Se trata de la Colonia de Santa Eulalia, entre las localidades de Villena y Sax. Es un pequeño poblado deshabitado de 275 hectáreas de superficie, con suministro de luz y agua y que cuenta con unas 40 casas, una ermita, un palacio, un casino, una almazara para aceite, una fábrica de harinas y hasta un edificio de Correos.El conjunto, que posee un interés etnológico, histórico y arquitectónico, estaba dedicado al cultivo de la vid, cereales, arroz y olivos y fue dotado de las instalaciones necesarias para la transformación y comercialización de los productos. Además alrededor de la actividad agrícola se desplegaron una serie de servicios para sus trabajadores que le permitieron convertirse en una unidad productiva autosuficiente. De esta forma, se construyeron viviendas, comercios, escuela, iglesia…
En concreto, el espacio objeto de la protección se articula sobre el eje central de la calle Salinas de nordeste a sudoeste, que es también límite entre los términos de Sax y Villena. A cada lado de esta calle y tangencialmente a ella se abren dos plazas. La plaza de Santa Eulalia fue la primera construida, alrededor de la antigua ermita reedificada, a la que recaen también la Casa Palacio, el parador, la fábrica de alcoholes y la bodega, además de las primeras casas de trabajadores y capataces. Completan la plaza al otro lado de la calle Salinas la tienda y el casinete.
La otra plaza, llamada de San Antonio se conforma con la fábrica de harinas, dos almacenes y nuevas viviendas obreras. Se completó el Conjunto con nuevas edificaciones, como el teatro y el llamado barrio Nuevo de la Concepción, una calle situada al otro lado de la casa palacio con viviendas a ambos lados. El conjunto también contaba con barbería, horno de pan y taller de reparaciones, un colegio (fuera de la Colonia) además del parque de recreo con una amplia arboleda y lago con isla.
Colonia única en la Comunitat Valenciana.
La implantación de esta Colonia remite a las experiencias llevadas a cabo por los utópicos del s. XIX como New Lanark (Owen), Icaria (Cabet) o los Falansterios de Fourier entre otras. En España varias experiencias similares fueron las de la Colonia Güell o Ametlla de Merola, Nuevo Baztán, la Colonia Campano de Cádiz o Bustiello en Asturias.
Fue promovida en su propias tierras por Don Antonio de Padua Saavedra y Rodríguez de la Guerra, conde de Alcudia y de Gestalgar debido a las expectativas económicas de la zona favorecidas por la llegada del Ferrocarril desde Madrid en 1858 y al incremento de la comercialización de los productos vitícolas por efecto de la crisis del sector provocada por la filoxera en Francia. Éste constituyó en 1900, la Sociedad “Saavedra y Bertodano” figurando como gerente de la misma, con su pariente el ingeniero don Mariano de Bertodano y Roncali vizconde de Alzira, quien estaba casado con doña María Avial Peña, hija de un rico indiano, que contaba con la extraordinaria dote de dieciocho millones de pesetas que se cree invirtió en este proyecto.