Cada año, 413.343 personas afectadas por el cáncer, tanto pacientes como familiares, se enfrentan por primera vez a la Navidad, un período de celebraciones en familia donde la pérdida de un ser querido o el diagnóstico de la enfermedad puede afectar al desarrollo habitual de las fiestas. Para ayudar a todas las personas que estén en esta situación, la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) ha puesto en marcha una serie de programas y actividades en sus sedes dirigidas a ofrecer herramientas que permitan que las personas con cáncer y sus familias puedan afrontar este tiempo navideño.
Uno de los talleres, que se llevará a cabo en Gipuzkoa los días 16 y 18 de diciembre, está diseñado para que los familiares que hayan perdido a un ser querido a causa del cáncer puedan aprender a gestionar sus emociones y hacer frente a estas fechas navideñas. Por su parte, el que se organizará en Madrid el 20 de este mismo mes, tendrá por objeto ayudar a las personas que están afrontando el cáncer a sobrellevar estos días tan señalados con consejos prácticos como los relacionados con la alimentación y la gestión emocional, la orientación sanitaria y sobre herramientas de comunicación y apoyo social.
La “silla vacía” en Navidad
Cada año, 169.887 personas pierden a un ser querido a causa del cáncer. Afrontar las Navidades con una “silla vacía” supone un dolor y estrés añadido a causa de las celebraciones familiares típicas de estas fechas. Sentimientos como tristeza, rabia, culpa o impotencia; sensación de vacío en el estómago, fatiga o alteraciones del apetito; pensamientos de negación y dificultades de atención y concentración son normales ante la pérdida de un ser querido. Todo esto se puede ver agravado en época de Navidad, ya que el entorno y los rituales navideños pueden acentuar la sensación de dolor por esta pérdida.
Tanto niños como mayores pueden verse afectados en estas fechas, por lo que el taller de la sede provincial de la AECC en Gipuzkoa va orientado a ambos. Leire Jauregui, psicóloga de la Asociación en Donostia señala que “los más pequeños tampoco pueden quedar al margen del dolor que siente una familia por la pérdida de un ser querido. Aunque resulte doloroso y difícil, lo mismo que en su día hubo que informarles de lo sucedido, en estas fechas deberíamos animarlos a que expresen lo que sienten”. Se trata de interiorizar que la celebración de algo no es incompatible con sentir dolor, y que, aunque la sociedad exige superar los duelos en tiempo récord, cada cual necesita su tiempo, en función del tipo de pérdida, de las circunstancias en las que se produce la misma o del momento vital en el que se encuentra.
Un diagnóstico de cáncer altera la Navidad
En España se diagnosticarán en 2019 más de 275.000 casos nuevos de cáncer. Todas estas personas, afrontan la Navidad de una manera distinta ya que un diagnóstico de cáncer puede alterar las celebraciones familiares. En este sentido, la sede provincial de Madrid pondrá en marcha un taller para ayudar a las personas con cáncer a sobrellevar estas fechas navideñas. El taller estará dirigido por una enfermera y una psicóloga que ofrecerán consejos útiles para que las celebraciones se adapten a las necesidades de las personas enfermas.
Sonia Vizcaíno, enfermera de la Asociación en Madrid, pone de manifiesto que “es muy importante que las personas con cáncer sepan qué deben hacer antes de viajar, cuáles deben ser sus cuidaos físicos para enfrentarse al frío o qué tipo de alimentos debe consumir en estas fiestas”. Por su parte, Estefanía Romero, psicóloga y también responsable de este taller, señala que “hay aspectos psicológicos que hay que gestionar ya que el cáncer puede provocar cambios que pueden afectar al desarrollo de las celebraciones y es necesario que la persona enferma tenga las herramientas adecuadas para poder realizarlos”. Así, se recomienda no ponerse una “máscara” con la familia; sinceridad para trasladar sus necesidades sin sentir culpabilidad y hablar de la enfermedad con libertad sin que sea el centro de la Navidad.