Las leyes no fueron suficientes para que la tradición sajeña volviese a saltarse a la torera el Tirar Carretillas la Noche de la Virgen de la Asunción, minutos después de acabar el Concierto de Pasodobles que ofreció la Unión Musical y Artística de Sax en la Plaza de la Constitución que, como cada año, es el preludio de una noche llena de luz y olor a pólvora.
La cantidad de estos cohetes sueltos es inferior a los que antaño se tiraban por parte de sajeños y sajeñas en esta noche que algunos la denominaban un verdadero infierno, sobre todo, en el centro del casco urbano, donde los comercios y hogares preparan los parapetos de cada año para proteger de las carretillas borrachas que, si ahora están faltas de petardo final, sí que disponen de las paradas que enmascaran las fachadas, algo también tradicional.
Las carretillas o cohetes sueltos o cohetes borrachos,… no importa el nombre con las que se las denomine, la cuestión es que estos artefactos tan históricos hacen que esta noche sea mágica, inolvidable, espectacular, diferente,… al igual que peligrosa ya que el fuego tiene una presencia importante.
Sax tiene que hacer valer sus tradiciones, el fuego forma parte de nuestra historia, de nuestras tradiciones, de nuestro patrimonio inmaterial y, desde pequeños, muchos y muchas hemos convivido con esa esencia, ese olor a pólvora que llena de aroma nuestro pueblo.
