La vida en tiempos de pandemia, también tiene momentos bonitos, como la apertura de un nuevo negocio con mucha tradición. Rafa Gil, una barbería de hoy como las de antes.
Plaza Cervantes nº 12, en pleno centro de Sax. Da igual si llegas desde la Gran Vía o lo haces desde el casco antiguo, al llegar a la plaza encuentras la puerta de Rafa Gil Barberia, un local que mezcla todas las comodidades de hoy, con un estilo retro y el buen hacer de las de las barberías clásicas.
El mismo gerente de la Barberia, Rafael Gil habla de lo importante que es mimarse y que te mimen, “cuidar de uno mismo es uno de los mayores placeres que existen y si además otros lo hacen por ti, mucho mejor” Es a lo que está dispuesto Rafa Gil Barbería, una nueva peluquería abierta en Sax. Aunque el establecimiento es nuevo, su responsable tiene experiencia probada. Todo hace pensar que le va a ir bien en su céntrica localización, Plaza Cervantes nº12.
Rafael Gil Navarro, es titulado en peluquería y estética desde el año 1984 aunque ya antes, realizaba tareas en la peluquería de su padre, Rafael Gil Deltell, en la plaza Cervantes nº4, donde se ubicaba la Barberia, un negocio familiar que le fue heredado del abuelo Rafael Gil Giménez, que fundaba la Barberia en el año 1939. Recordar que el negocio se trasladó en el año 1988 a una nueva ubicación en Plaza Cervantes 12, donde Rafa estuvo con su padre, siendo esta la tercera generación. En el año 2000 decidió cambiar de trabajo y dedicarse al negocio familiar de su esposa, Panadería Avelina, donde se ha encontrado muy a gusto, eso sí, siempre tenía en mente el volver abrir el negocio de su familia, la Barberia de toda la vida.
Hoy se dispone a remontar su Barberia de siempre en Plaza Cervantes, un negocio que data de 1939 y en una ubicación excelente, se prepara para hacer frente a esta pandemia, “montar un negocio ahora es complicado, pero con o sin pandemia debemos cuidarnos y si nos cuidan pues mejor” en estos días tendrá que asumir las limitaciones sobre el número de clientes, pero como explica Rafa, “mientras el teléfono no deja de sonar, y los clientes acudan al establecimiento, estaré contento”.