El libro de Gaspar Jover Polo titulado «El viejo estilo de vida», recopila algunos de los recuerdos del autor, sobre la localidad, en los años sesenta y setenta del siglo pasado, y servirá para recaudar fondos para la Asociación Alicante Contra el Cáncer de Sax.
El pasado viernes 11 de marzo, la sala polivalente del Auditorio Municipal de Sax acogía la presentación del libro que hace un repaso a la historia del pueblo, con las costumbres, tradiciones, oficios, trabajos, gastronomía, fiestas, lugares, celebraciones, detalles sobre las vestimentas de antaño o el ciclo de la vida. Algo que el escritor ha querido plasmar en un trabajo de más de 200 páginas que ya está editado y se puede adquirir, en Panadería Avelina, Papelería Origami y Papelería Barceló.
Como bien dice en uno de sus primeros párrafos el libro, “El puñado de anécdotas, de sucedidos, de curiosidades que se desarrollaron entre 1960 y 1975”. La presentación del libro corría a cargo de José Juan Serrano González, profesor de Lengua y Literatura del IES La Melva, que, junto al autor, Gaspar Jover Polo, desgranaban esta obra.
En esta obra el autor nos narra en cada uno de los capítulos, temas de antaño como, sobre dónde se podía bailar en el pueblo, en qué lugares y en qué condiciones, antiguos solares y rincones como, el Pocico las Nieves, el paraje de El Molino, el Terrerico y la Mina los Burros, las celebraciones importantes en esa época como Bodas, banquetes, comuniones, la importancia de las primeras lecturas o cuándo se produjo el cambio de régimen y qué consecuencias tuvo para la mayoría de la población.
Uno de los textos que se incluye en el libro, nos cuenta algunas de las diferencias de esos tiempos y los actuales.
“Tal vez vivíamos como más expuestos, más a salto de mata porque carecíamos de reglamentación. Y cuando murió Franco y nos aceptaron en la Unión Europea, fue cuando recibimos una reglamentación pormenorizada que abarca casi todas las parcelas de la existencia, tanto individual como colectiva.
Entramos en Europa con la condición de hacernos más europeos; es decir, más civilizados, y eso incluye un aparato más eficiente de normas.
¿Éramos, en consecuencia, más valientes? Tal vez sí. Aunque fuera de manera inconsciente, antes hacíamos frente a mayores peligros y en mayor número.
Éramos menos conscientes del riesgo que supone vivir y, por eso quizás, disponíamos entonces de un ánimo más comba”.