Tomás Senabre Calatayud (Sax, 1836-1920), agricultor lleno de inquietudes y de afán de saber, estudia por su cuenta mecánica, física y química, así como la incipiente electricidad.
Su nieto, Joaquín Senabre Irles, recuerda que sus primeras actividades industriales fueron las de cosechero y exportador de vinos, así como aderezo de aceitunas con procedimientos propios, que también exportaba. Posteriormente fabricó licores y aguardientes en Sax y en Tarazona de la Mancha, construyendo la maquinaria y la mayor parte de utensilios de cobre y bronce.
Fue el inventor de las “bebidas escarchadas” que tan en boga se pusieron a finales del siglo diecinueve, siendo además uno de los primeros conserveros de tomate en bote, con fórmulas propias y patentes de invención. Sus etiquetas, de bellos colores, se imprimían en París y en Ginebra (Suiza).
Fue incansable viajero, conociendo buena parte de Europa y el norte de África (Marruecos y Argelia), donde exportaba vinos, licores y aceitunas. Fue un gran aficionado a los trabajos manuales, y en su casa de la calle Regino Soler, en el sótano tenía la fábrica de licores y un taller donde realizaba sus filigranas en mecánica, artilugios para su fábrica, marcos de cuadros, etc.
Continuó exportando vinos y montó en aquellos tiempos un pequeño sistema de embotellado, con lo que le entró el gusanillo de darlos a conocer fuera de Sax, lo que consiguió por presentación y calidad, culminando sus anhelos en la Exposición Universal de Barcelona de 1888, obteniendo el primero de los galardones que se conocen para los vinos de Sax, consistente en un Diploma de honor y una medalla de plata, el 9 de diciembre de 1888.
Cuando a principios de 1889 se anuncia en la prensa la celebración de la Exposición Universal de París, vuelve a subir al tren y viaja a la “ciudad de la luz”, que ya conocía por sus viajes, y expone los vinos de Sax, consiguiendo otro galardón, un Diploma de Honor con medalla de bronce, el 29 de septiembre de 1889. (Diplomas cedidos por José Senabre Herrero).