Calles engalanadas, desfiles fastuosos, arcabuces que anuncian la lucha incruenta, embajadas muy emocionantes, así son las fiestas de los Moros y Cristianos en Sax, días repletos de magia, leyenda y mucho color. Sax, venera desde el año 1627 el amor por San Blas, cuando los sajeños dieron sus votos al Patrón y la voluntad de celebrar «Desde ahora y para siempre» la festividad en los primeros días de febrero para demostrar su devoción y agradecimiento por haberles liberado de una epidemia de «garrotillo» y por el que se realizan nuestras Fiestas de Moros y Cristianos del 1 al 5 de febrero y que recrean de manera festiva el enfrentamiento histórico entre ambas culturas. Disfrute de unos festejos únicos, en los que participan miles de personas, año tras año, intentando superarse en brillo y esplendor.
Las fiestas de Moros y Cristianos poseen una gran tradición y son muy antiguas, y se celebran para conmemorar, recreando de una manera festiva, el enfrentamiento que hubo entre las tropas musulmanas y cristianas durante el siglo XIII, por el dominio del territorio de España. En Sax las realizamos en honor a San Blas.
El principio de las fiestas es un verdadero espectáculo al que merece la pena asistir, la tradición manda que la entrada de bandas de cada una de las comparsas de lleva a cabo desde el puente Picayo, aunque ahora mismo esta no sea la oficial que si lo es la que comienza desde el colegio centenario de las Hermanas Carmelitas, hasta la Plaza de la Constitución donde se celebra la fiesta del pasodoble y el comienzo de nuestras fiestas.
Ya por la tarde da comienzo la triunfal entrada con la apertura de la representación de la mujer sajeña con las damas y reinas de fiestas, seguida de los dos ejércitos que toman la Villa, las calles, balcones y ventanas, se llenan de gente preparada para no perderse ni un solo detalle, al son de la música y con toda majestuosidad, las distintas agrupaciones que forman el bando cristiano y el bando moro irán desfilando, arropando a sus preciosas capitanías, suele ser uno de los actos más brillantes y multitudinarios, en algunos casos, como ocurre en Sax.
Otra parte de la celebración la constituyen las ceremonias religiosas que se realizan en honor a la Virgen de la Candelaria y a San Blas a quien se tiene muchísima devoción tanto de los sajeños y sajeñas como de los numerosos visitantes.
Sin embargo, en esta fiesta todavía le esperan momentos muy emocionantes, como las espectaculares embajadas en el castillo, en las que cada bando lee un texto intentando convencer al otro para que se rinda. El parlamento negociador después de dos embajadas terminará con la victoria de los cristianos.
Son 5 días de fiesta, llenos de alegría, color y fastuosidad, una celebración espectacular y deslumbrante.