En Sax y en otras muchas poblaciones de la comarca se celebra la procesión del Domingo de Resurrección, con diferentes denominaciones, por la mañana. Por la tarde, es tradicional salir al campo (al paraje del Chorrillo) para merendar y comernos la “mona”.
Pero a mediados del siglo XVI, el Domingo de Resurrección se celebraba de otra forma, según las cuentas de propios de diferentes años. Así, en 1558 figura el pago de 544 maravedíes a los juglares que vinieron de Elda con sus instrumentos musicales para participar en la procesión que se realizaba de madrugada a la ermita de San Sebastián:
“Se dio y gasto en dar de comer y en lo que se les mandó dar de salario a unos juglares que vinieron de la villa de Elda a esta villa para el día y fiesta de Pascua de Resurrección de mañana para tañer y honrrar una prosision que en esta villa se hace antes de día por toda la villa y van con la dicha prosision a una hermita que está fuera de la villa de Señor San Sebastián, porque es costumbre antigua y se hace esta prosision para pedir las albricias a nuestra señora la Virgen María de la Resurrección de su hijo”.
También las cuentas de 1559 indican que “se pagó a las trompas y dolçainas y atabales y en pólvora que se dio a los arcabuces, porque es costumbre que el día de la Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo, se hace antes de día una prosision con la lumbraria de nuestra Señora, pidiéndole albricias y sale aquel día la bandera desta villa, gastóse 713 mr.”.
Estos gastos por la procesión del Domingo de Resurrección los encontramos en otros años de mediados del siglo XVI, y vemos que la procesión se realizaba de madrugada, con la participación de los arcabuceros.
En los libramientos se dice que la procesión “es costumbre antigua”, igual que antigua es la palabra “albricias”, de origen árabe, y cuyas dos primeras acepciones hacen referencia a la buena nueva de la Resurrección de Cristo: Regalo que se da por alguna buena nueva a quien trae la primera noticia de ella Regalo que se da o se pide con motivo de un fausto suceso.
