Durante la pasada celebración de la festividad de Santa Eulalia, el domingo 16 de febrero, pudimos comprobar que la ermita construida por el conde de la Alcudia en 1891 se encuentra en un acelerado proceso de ruina (como todo el conjunto de la Colonia de Santa Eulalia, declarada Bien de Interés Cultural con carácter etnológico en 2016).
El Archivo Municipal de Sax conserva diversa documentación sobre las reparaciones en la primitiva ermita, de origen medieval. Por ejemplo, en 1609 se llevó a cabo una de las reformas en el edificio. En 1612 acordaron hacer obras en la ermita de Santa Eulalia, y de 1623 es un informe en el que se habla de que la ermita se está cayendo y se tuvo que reedificar.
En un documento de 10 de junio de 1782, Manuel Maciá, alcalde ordinario de Sax, dice “Que por Josef Gil, deste vecindario, a cuio cargo se halla la custodia, aseo y limpieza de la ermita de Santa Eulalia, Patrona de esta Villa… está amenazando una ruina, a no proveer de pronto remedio y respecto de que su mantenimiento y reparos della están a cargo de los propios y rentas de esta Villa… mandó, que en atención a que en la Villa de Elda, distante una legua de esta en la obra de su Iglesia, se encuentran Maestros de fama y opinión, quales son Benito Bolarín y Pedro Gralla, desde luego se les pase el abiso correspondiente para que reconozcan dicha ermita…”.
Según la declaración de los arquitectos, “son de edad el Benito Bolarín de veinte y ocho años, y el Pedro Gralla de cincuenta años, poco más o menos…”. En su certificación dicen que los “cimientos han falseado del todo y sin composición de remiendo, y porque la causa de esto es dimanada de encontrarse una gran copia de agua tocando a las paredes de dicha fábrica por la parte de poniente, y pasar una acequia por dentro de la hermita…”.
Los arquitectos proponen que “el cimiento hasta el arranque del arco, que será a diez palmos de la superficie de la tierra, se levante de piedra de cantería de la montaña que llaman de Cabreras de este término, y jurisdicción, por ser piedra sólida, y sin parte de salitre…”.
During the recent celebration of the feast of Saint Eulalia on Sunday, February 16, we were able to see that the chapel built by the Count of Alcudia in 1891 is rapidly decaying (like the entire Colonia de Santa Eulalia complex, declared an Ethnological Site of Cultural Interest in 2016).
The Sax Municipal Archive preserves various documents on the repairs to the original medieval chapel. For example, one of the building’s renovations was carried out in 1609. In 1612, they agreed to carry out work on the chapel of Saint Eulalia, and from 1623, there is a report stating that the chapel was falling down and had to be rebuilt.
In a document dated June 10, 1782, Manuel Maciá, ordinary mayor of Sax, states, “That Josef Gil, of this neighborhood, is in charge of the custody, cleaning, and upkeep of the hermitage of Santa Eulalia, Patron Saint of this Town… is threatened with ruin, unless a remedy is provided immediately, and that its maintenance and repairs are the responsibility of the town’s own resources and revenues… he ordered that, considering that in the town of Elda, a league away from this town, there are renowned and well-known masters working on its church, Benito Bolarín and Pedro Gralla, they be immediately given the appropriate authority to inspect said hermitage…”.
According to the architects’ statement, “Benito Bolarín is twenty-eight years old, and Pedro Gralla is fifty years old, more or less…” In their certification, they state that the “foundations have been completely distorted and without any patchwork, and because the cause of this stems from finding a large amount of water touching the walls of said structure on the western side, and a ditch passing through the interior of the hermitage…”.
The architects propose that “the foundation up to the start of the arch, which will be ten palms from the surface of the ground, be built of quarry stone from the mountain called Cabreras of this term, and jurisdiction, because it is solid stone, and without any saltpeter…”