Calles engalanadas, desfiles fastuosos, arcabuces que anunciaban la lucha incruenta, embajadas muy emocionantes, así han sido las fiestas de los Moros y Cristianos en Sax, días repletos de magia, leyenda y mucho color, todo ello en honor al patrón San Blas, en los primeros días de febrero.
Sax, venera desde el año 1627 el amor por San Blas, cuando los sajeños dieron sus votos al Patrón y la voluntad de celebrar “Desde ahora y para siempre” la festividad ha tenido lugar en los primeros días de febrero para demostrar su devoción y agradecimiento por haberles liberado de una epidemia de “garrotillo” y por el que se han realizado nuestras Fiestas de Moros y Cristianos, del 1 al 5 de febrero y que han recreado de manera festiva el enfrentamiento histórico entre ambas culturas. Donde los sajeños y foráneos han disfrutado de unos festejos únicos, en los que han participado miles de personas, intentando superarse en brillo y esplendor, año tras año.
Desde entonces, los Moros y Cristianos en honor de San Blas, rememorando la reconquista de Sax por las tropas de Jaime I en 1239, se han convertido en las fiestas más importantes y conocidas de la localidad. En su origen, esta festividad no fue más que una función religiosa en la iglesia y una serie de disparos de arcabuz en honor al santo. A lo largo del pasado siglo, esta celebración fue evolucionando y desde 1942 dura cinco días (del 1 al 5 de febrero). La formación de comparsas se fue sucediendo desde finales del XIX, tras la aparición de las de Moros y Cristianos, las más antiguas y las que dan nombre a las fiestas. La más joven, los Caballeros de Cardona, se creó en 1989, uniéndose a las comparsas Marruecos, Garibaldinos, Turcos, Alagoneses y Árabes Emires.