Como cada año, el día 5 de nuestras fiestas de San Blas, comenzaba con la diana, los almuerzos, la misa de Gracia y la rifa de regalos al Santo Patrón.
Cada sajeño y visitante quiso llevar sus regalos para que se subastaran en esta gran rifa que cada año se lleva a cabo en la plaza de San Blas. Saltaba la sorpresa y pedían la barba del embajador moro, Antonio Richarte Castaño, quien sería rasurada por el embajador cristiano, Rafael Gil Navarro.
Una anécdota más de esta rifa, que fue también secundada por las damas y reinas, las cuales realizaban un baile mientras se procedía al afeitado de la barba del embajador moro. En este acto también se rifaba la palma de San Blas, adquirida por el capitán de la comparsa de cristianos, Ramón Aguilera Martínez, que se incrementaría a los ingresos que van a parar al culto al santo de nuestro patrón San Blas.
El embajador moro, Antonio Richarte Castaño, quedo con un nuevo look con bigote, cuyo autor fue el embajador cristiano, Rafael Gil Navarro.
Richarte, lucio su nuevo bigote en el acompañamiento a los nuevos capitanes moros, la familia de los Cancanejos y en el desfile posterior del fin de fiesta.