escrita por Pedro Fernández – Luna,
Relato corto que nos desvela una de las anécdotas de nuestra policía local.
Aquella tarde, nos llaman desde la Ciudad Deportiva en la cual se estaba celebrando las 24 horas desde el día anterior, el caso es que había un altercado, al parecer Fraterno estaba discutiendo con hijo del arrendatario en ese tiempo del bar de la misma, la gente escandalizada, en el momento que entramos al recinto pude ver todo lo que estaba aconteciendo, insultos, gritos y demás, me dirigí a Frater y le dije que por favor se calmara y me acompañara, pues el escándalo era sensacional, cedió al fin y pude conducirlo hacia la salida cuando el otro contrincante le insultó a lo que éste volvió hacia donde se encontraba encarándose con él, pude retenerlo de nuevo, una vez fuera del recinto y ante una nueva crisis nerviosa, Frater quería volver y darle un puñetazo al individuo en cuestión, cosa que se pudo evitar de nuevo, ante tal escándalo la Sra. Alcaldesa (que se encontraba allí en esos momentos) nos dijo en tono elevado y por supuesto parecía nerviosa:
-¡Pero bueno, esposarle de una vez y lleváoslo!
A lo que le contesté:
-¡Perdone Usted, no puedo ponérselas, sólo tiene una mano!
La Alcaldesa no sabía cómo responder en esos momentos ante la realidad y contestó alterada:
-¡Es verdad!….¡Bueno lleváoslo como sea!
Convenciéndola, nos lo llevamos a su casa, en el coche patrulla y todo volvió a la normalidad, la verdad es que después me reía de la situación que se había creado, porque no pude esposarlo como quería la Sra. Presidenta del consistorio, a veces no sale la cosa como muchos desean, pero con el diálogo se llega muy lejos.