Hace unos diez mil años, durante el Neolítico, el hombre descubrió la agricultura y la ganadería, y se convirtió en sedentario, lo que tuvo efectos en el medio ambiente en muchos aspectos. Uno de esos cambió comenzó cuando unas pequeñas aves, los gorriones, se alejaron de sus hábitats tradicionales y se instalaron junto a los poblados agrícolas.
Los gorriones se acostumbraron a comer el grano de los cereales cultivados, convirtiéndose en una plaga, que el hombre se dedicó a combatir, especialmente en las épocas de crecimiento.
En una sociedad agraria tradicional, cuyo alimento básico era el pan, el cultivo de cereales, especialmente el trigo, era primordial para la subsistencia de la población, por lo que desde época medieval, en grandes regiones de la España interior se promulgaran ordenanzas para matar gorriones, como en Sax en el año 1772, de obligatorio cumplimiento.
Para combatir la plaga de los gorriones, el método más común y eficaz consistía en su caza, cuantas más aves se pudiera, mejor, llevando como prueba de ellos sus patas para el cobro de la recompensa ofrecida por las autoridades.
En Murcia, a principios del siglo XVI se pagan cinco reales y medio por quinientos pares de pies de “paxaros gorriones, los cuales se quemaron”, que equivalen a 187 maravedíes.
En el archivo municipal de Sax, en las cuentas de propios de varios años del siglo XVI, observamos lo que se pagaba por los gorriones muertos:
1568: “Item pagó a Martín de Ganga, vecino desta villa por mil pies de paxaros que ovo muerto y se les da por ello, 180 maravedíes”.
1570: “Item pagó por libramiento a Martín de Ganga, vecino desta villa, diez sueldos por un millar de pies de gorriones que mostró aver muerto, 180 maravedíes”.
1573: “Dio en descargo que pagó por libramiento a Diego Carrión, diez sueldos por un millar de pies de gorriones que mostró aver muerto conforme al costunbre que dello ay, carta de pago, 180 maravedíes”.
1580: “Dio en descarga que pagó a Pedro Estevan, vezino desta villa quatro reales de 750 pies de paxaros, por mandado del conçejo, 136 maravedíes”.
About ten thousand years ago, during the Neolithic, man discovered agriculture and livestock farming, and became sedentary, which had effects on the environment in many ways. One of these changes began when small birds, the sparrows, left their traditional habitats and settled next to agricultural villages.
Sparrows became accustomed to eating the grain of cultivated cereals, becoming a pest, which man dedicated himself to combating, especially in times of growth.
In a traditional agrarian society, whose basic food was bread, the cultivation of cereals, especially wheat, was essential for the subsistence of the population, so since medieval times, in large regions of inland Spain ordinances were promulgated to kill sparrows, as in Sax in 1772, of obligatory compliance.
To combat the plague of sparrows, the most common and effective method was to hunt them, the more birds one could, the better, bringing their feet as proof to collect the reward offered by the authorities.
In Murcia, at the beginning of the 16th century, five and a half reales were paid for five hundred pairs of feet of “sparrow birds, which were burned”, which is equivalent to 187 maravedis.
In the municipal archive of Sax, in the accounts of the town hall for several years of the 16th century, we observe what was paid for dead sparrows:
1568: “Item paid Martín de Ganga, a resident of this town, for a thousand feet of birds that had died and they are given 180 maravedis for it.”
1570: “Item paid by release to Martín de Ganga, a resident of this town, ten pesos for a thousand feet of sparrows that he showed to have died, 180 maravedis.”
1573: “He gave in discharge that he paid Diego Carrión, ten salaries for a thousand feet of sparrows that he showed he had killed according to the custom that exists for it, payment letter, 180 maravedis.”
1580: “He gave in discharge that he paid Pedro Estevan, a resident of this town, four reales for 750 feet of birds, by order of the council, 136 maravedis.”