La Villa de Sax, con 10.072 habitantes en 2024, no dispone de Plan General de Ordenación Urbana, sino que se rige por unas Normas Subsidiarias de hace cuarenta años, de 1984, actualizadas en diversas ocasiones.
Sin embargo, las primeras referencias al urbanismo sajeño las hallamos en la “Historia de Sax”, de Bernardo Herrero, cuando explica que “en poco más de diez años (desde el 1880 al 90) se edificó casi la tercera parte de la actual población”.
Este gran desarrollo urbano de las últimas décadas del siglo XIX se corresponde con la época de prosperidad en la población debido a la exportación de vinos. Por esos años, el superávit municipal permitió realizar importantes obras públicas, como escribe el historiador sajeño: “Escasamente en unos cuatro años, según datos que tenemos a la vista, se invirtieron más de 13.000 duros en cuatro edificaciones”. Se refiere a la Casa Consistorial (1883), el lavadero público (1882), el matadero (1884) y el nuevo cementerio (1885).
Con estas obras públicas, los ayuntamientos de la época llevaron a cabo las ideas reformistas y positivistas de finales del siglo XIX, plasmadas en lo que se conoce como “higienismo”, una serie de actuaciones para mejorar las condiciones de salubridad e higiene de la población. A las obras citadas hay que añadir la construcción, en 1891, de la nueva cañería de hierro, para traer las aguas potables desde el manantial de la Torre hasta las fuentes del municipio.
Las autoridades eran conscientes de la necesidad de planificar el desarrollo urbano de la población, según el acta de 8 de marzo de 1885:
“… se manifestó que sería de gran utilidad y mejora la formación de un proyecto de alineación y ensanche de la población en el caso de verificarse nuevas obras. El Ayuntamiento tomando en consideración lo expuesto por dicho señor y considerando de utilidad pública el proyecto referido, acordó que las comisiones de Obras Públicas y de Policía, practiquen cuantos estudios se requieran y verificados se encargue de la formación del referido proyecto y precio a persona competente”.