Las crónicas de viajeros españoles y extranjeros a su paso por Sax mencionan la existencia de mesones y posadas en la plaza del Parador (desde 1905, con motivo del tercer centenario de la publicación del Quijote, tiene el nombre de plaza Cervantes). La privilegiada situación geográfica de Sax, cruce de caminos entre Valencia y Murcia, y entre Alicante y Madrid, explica la existencia de estos establecimientos y el nombre dicha plaza.
Hace 265 años, en el Catastro de Ensenada, figura un mesonero: “Joaquín Baus, de 32 años, casado, tiene un hijo menor, una hija, y un criado mayor de los 18. Utiliza 2.300 reales”.
Enel Interrogatorio del citado Catastro, del año 1761, aparece como propietario del mesón: “Don Antonio Simón, vecino de Villena, que le produce ochocientos reales…”.
A mediados del siglo XVIII, el mesón era también el lugar de reunión entretenimiento de los habitantes de la Villa. Como curiosidad, hay que señalar que la Cofradía de las Ánimas colocaba en el mesón uno de sus cepillos para recoger limosnas, que también ponían en la Parroquia y en las ermitas de San Blas y San Sebastián.
Un informe de 1767 se interesa por la posada, indicando que “la posada que ay en esta villa propia del vínculo que oy goza don Simón Fernández de Palencia natural de la ciudad de Villena, residente en Victoria se halla vien surtida de quanto necesitan los pasageros, todos los meses se forman por el Regidor de mes y Corregidor sus Aranzeles para los prezios que a de llebar el huésped de lo que suministra a los transeúntes”.
No obstante, los firmantes del Informe señalan un defecto de la posada y elaboran una propuesta de solución para el mismo:
“solo tiene el defecto de una mala entrada para los carruajes y de estar la Puerta en parte muy oculta, lo que se puede remediar con mucha facilidad haziendo su Dueño la puerta principal por un ejido que tiene anexa a dicha Posada, el que lo hacer servir de huerto, regándole con noria, y con las abenidas, de las calles, en perjuicio del propio Dueño porque con estas inundaciones se detruien las paredes de dicha Posada…”.