La idea de fabricar un cañón se comenzó a gestar el día 2 de Febrero de 1999, ya que la mayoría de la escuadra de los Kalandrakas no disparaba por aquella época, cuando pasaron los Marruecos con su “Caimán” todo un veterano, pensaron que sería buena idea fabricar uno, y ahí comenzó la historia.
Comenzando a investigar y pedir presupuestos un conocido armero de Caudete nos dio instrucciones de cómo hacerlo, empezamos por hacer un tronco de madera con la ayuda de uno de los jefes, muy festero de Petrer, de una empresa fabricante de sillas ya tristemente desaparecida.
Una vez hecho el “tablón” lo llevamos a Yecla a un tornero para darle la forma de cañón que le dibujé, una vez hecho fue llevado a Caudete, para insertarle en su interior el verdadero cañón. Para poder sacarlo de la armería tuve que sacarme el permiso de armas tipo AE de avancarga cosa que en aquel tiempo me pareció excesiva pero que años después conforme se está poniendo el tema de los disparos mereció la pena.
El cañón pasó el banco de pruebas de Eibar con su correspondiente guía de arma de avancarga y sus medidas de pólvora, taco y diámetro de bola metálica para efectuar un disparo, (cosa que ni hemos probado ni se nos pasa por la cabeza).
Volviendo al tema de construcción mientras el armero trabajaba el tubo, nosotros empezamos con el carro, ese año estuve de vacaciones por Asturias y por allí hay cientos de ruedas de carro bastante más bajitas que las que se usaban por aquí ya que eran para bueyes no para mulas, en un jardín de un bar ví las ruedas con el eje y todo, le pregunte al dueño si me las vendía y dijo que si, le di la dirección y al poco llegaron, nos costaron más los portes que las ruedas en sí, porque pesan 120 kilos, el cañón en total son 230 kilos.
Una vez las ruedas aquí les cortamos el eje, después comenzamos el bastidor y lo acoplamos al eje, hicimos pruebas de rodaje con la ruedecita de atrás fija o giratoria y decidimos que fija y de nilón era la ideal, una vez el cañón aquí lo acoplamos al carro, ahí también hay tema, porque lo acoplamos detrás de la vertical del eje y con mucha inclinación, la imagen es que el tubo apenas se veía porque quedaba oculto por el bastidor y parecía pequeño, uno o dos años después lo reformamos a su posición actual con la que ganó mucha imagen.
Terminada la fase de construcción, refuerzos, anillas, tornillos, enganches etc. Decidimos pintarlo en tono envejecido para darle un aire antiguo, la primera vez que lo probamos quedamos impresionados del estruendo, y ya en el año 2001 salió en día 2 fue bendecido por el cura párroco junto con el presidente de los Alagoneses y el de la Mayordomía de San Blas, y efectuaron el primer disparo en la Procesión de Candelas, del cañón Don Artal, desde el 2001 han sido muchos los años de disfrute, incluso en Aspe y Villena donde nos invitaron a sacarlo en un desfile sin disparar y nosotros vestidos de caballeros templarios.
Viva San Blas!
Dedicatoria:
A mi padre, Antonio Herrero Muñoz, por su trabajo, paciencia, y sabiduría carpintera
A Toni Gil, por pintarnos el cañón, que si no te acercas parece bronce
A Pepe, carpintero metálico, por su paciencia a la hora de hacernos los hierros
Al jefe de la sillería, por no cobrarnos la madera y prestarnos la maquinaria
Y a la Comparsa de Alagoneses por aguantarnos y ponernos en primera línea.