Bullying es una palabra inglesa que significa intimidación. El bullying o acoso escolar, se refiere a todas las formas de actitudes agresivas, intencionadas y repetidas, que ocurren sin motivación evidente, adoptadas por uno o más estudiantes contra otro u otros.
Hay diferentes tipos de acoso escolar que, con frecuencia, suelen compaginarse:
- Físico: pegar patadas, puñetazos, mordiscos, empujones, agresiones con objetos,… Se da con más frecuencia en primaria que en secundaria.
- Verbal: poner motes, insultos, menosprecios en público, resaltar defectos físicos, usar el móvil para intimidar a la víctima, sacarle fotos mientras se le pega y ponerlas en Internet,… Es el más habitual.
- Psicológico: minan la autoestima del individuo y fomentan su sensación de temor.
- Social: pretenden aislar al joven del resto del grupo y compañeros.
En el bullying o acoso escolar, el acosador suele ser una persona agresiva, dominante, desconfiada y sin empatía, con poco control emocional y que necesita llamar la atención constantemente, no sabe resolver los conflictos sin violencia. Mientras que el acosado, suele ser una persona solitaria, que siente vergüenza y culpa, aislado con muy pocos amigos ya que no es popular en el grupo, suele pasar desapercibido, se le considera tímido y temeroso, nervioso y preocupado, una persona que no sabe poner el límite.
Debemos tener en cuenta que los menores suelen repetir conductas que ven o se permiten en su casa, debemos ser los adultos quienes eduquemos a nuestros hijos, tanto para tratar adecuadamente a los demás como para protegerse y poner medios ante otro niño que no le trate bien.
En España, se estima que un 1,6 por ciento de los niños y jóvenes estudiantes lo sufren de manera constante y que un 5,7 por ciento lo vive esporádicamente.
Los datos se repiten alrededor del mundo, el acoso escolar afecta a niños de todas las condiciones sociales, está presente en colegios públicos y privados, en ciudades grandes y en pueblos pequeños.