AEGC ha venido denunciando de manera reiterada la escasez de personal y de material en todas las unidades de la Guardia Civil.
Una situación que también sufren los agentes que están destinados en las diferentes USECI repartidas por toda nuestra demarcación y que en la mayoría de los casos son vitales para poder dar un buen servicio a los ciudadanos, ya que son los encargados de apoyar en todo momento a otras unidades como las de Seguridad Ciudadana.
AEGC ha tenido conocimiento que la gran mayoría de estas unidades salen a dar servicio con sus vehículos oficiales con cerca del medio millón de kilómetros. Y es que muchas sobreviven con coches que les llegan con casi 200.00 kilómetros de otras unidades. Esto supone que en menos de tres años esos coches están ya para la retirada ya que estas unidades hacen una media de 7000 a 9000 kilómetros semanales es decir a final de año han sobrepasado los 100.000 kilómetros. A esta carencia hay que añadir el problema endémico en toda la Guardia Civil que es pretender reparar lo irreparable, por ejemplo, en una de las unidades de Alicante tienen un vehículo Partfinder que a pesar de estar siempre con averías (se saca un día de servicio y permanece cuatro en el taller) se empeñan en seguir sacándolo a la calle y reparándolo cuando esto resulta más caro que comprar uno nuevo. También está la otra medida a la que se recurre mucho en esta Institución que es detraer de otra unidad coches oficiales para tapar el problema, lo que se traduce en llevar el problema de falta de vehículos a otra unidad.
Otra de las carencias de las que ha tenido conocimiento AEGC es la falta de cascos nuevos para los integrantes porque alguien en la Guardia Civil se ha olvidado que como en la Agrupación de Tráfico los cascos tienen fecha de caducidad. Tampoco se ha dotado a estas unidades de ropa apropiada y cómoda para la labor que tienen que desarrollar y que nada tiene que ver con ir a una oficina. Muchas carecen de pinganillos para las transmisiones y así cada vez que tienen que montar un control o acuden a una intervención se enteran antes los ciudadanos que los compañeros de las comunicaciones entre los agentes. Por no mencionar que muchos van con una bolsa antidisturbios de hace 30 años, por eso desde AEGC consideramos que se le debe actualizar y dotar además de una mochila como la que tienen en el GRS ya que si son una unidad de intervención lo lógico es que lleven un material adecuado. Un ejemplo de estas carencias son las agresiones que han sufrido los integrantes de estas unidades a lo largo del verano en muchos de los botellones ilegales que tenían que disolver. Ocurrió recientemente en Aibar (Navarra) donde los agentes fueron agredidos hasta con bolardos o en Noja, Cantabria donde también fueron recibidos con lanzamiento de objetos y varios agentes resultaron heridos, uno de ellos en un ojo.
Otra reclamación que nos han trasladado a AEGC los compañeros son sus turnos diferentes en cada unidad lo que supone que algunos en pleno siglo XXI sigan con el régimen de 40 horas, sin que se les apliquen las guardias de localización y se les someta a cambios de horarios constantes y a otros destinados en otras unidades no. Algo que tendría fácil arreglo si hubiera previsión. En cuanto al personal hay escasez para todos los servicios que tienen que cubrir como es dar apoyo a las unidades de Seguridad Ciudadana y en muchos casos reforzar las plantillas de Ceuta y Melilla. Una falta de personal que también repercute en la formación de los guardias civiles ya que no se puede dar la necesaria por la carencia de agentes. Si se están formando no pueden dar servicio.
