Con cada fin de año las tradiciones en nuestra población van cambiando poco a poco. La gente busca escaparse a sitios más cálidos, otros ni tan siquiera celebra estas fechas… Pero hay otra mucha gente que busca cumplir sus propósitos de año nuevo incluso antes de cambiar de dígito en el calendario.
Este es el caso de los vecinos y visitantes de la Colonia de Santa Eulalia, que ya llevan unos años dando la bienvenida al año junto a la Ermita situada en la Plaza de la Colonia, al ritmo del sonido de una paella, que marca las pautas para tomar las uvas, una tradición que ya lleva sus años.
La pasada tarde de nochevieja, el domingo 31 de diciembre de 2017, sobre las 18:00 horas, decidieron disfrazarse y realizar su primera carrera de San Silvestre, en la que alrededor de cincuenta personas participaron activamente en un circuito muy reducido que abarcaba la misma Colonia y por supuesto los alrededores de la ermita, una cita que tuvo también la presencia municipal desde el consistorio sajeño, el alcalde de la Villa de Sax, Juanjo Herrero, quien quiso compartir esta bonita actividad cultural y deportiva.
El mismo Herrero comentaba la buena iniciativa de los vecinos de la colonia “hacer ejercicio nunca ha estado tan al alcance de todos desde que se ha puesto de moda eso de salir a correr; por eso, lo más indicado para acabar un año y empezar el otro con buen pie es celebrarlo a través de una carrera popular” al mismo tiempo el primer edil del Ayuntamiento de Sax, tuvo la oportunidad de hablar con los vecinos, los cuales le mostraron sus inquietudes.
Hay que recordar que el 19 de febrero de 2016 la Generalitat Valenciana declaró la Colonia de Santa Eulalia, situada entre el término municipal de Sax y el de Villena como Bien de Interés Cultural. La ermita original databa de al menos 1609 y se había reformado en 1623 y 1782. Sin embargo, dado que a finales del siglo XIX amenazaba ruina, por lo que se mandó construir una nueva, que se terminó el 24 de febrero de 1891, tal y como reza la inscripción conservada en la ermita. Se trata de una edificación de planta rectangular y cubierta a dos aguas que se apoya en contrafuertes laterales. La cubrición interior es de bóveda de cañón con arcos fajones y en la fachada se alza una espadaña con campana.