No hay homenajes ni elegías, no hay recuerdos con sabor a pasteleo, solo música que pervive durante años, siglos, milenios… En definitiva, «Arte» con mayúsculas, y éste no entiende ni de espacio ni de tiempo; traspasa fronteras, está ahí, aquí o allá, en este universo, e incluso en universos paralelos… donde sea.
Y esta música atemporal, cumple la función para la que fue creada; nos viene en forma de regalo, como «polvo de estrellas», cae sobre cada uno de nosotros y se vuelve a marchar en busca de otro lugar al que fecundar.
Vamos a escuchar y hablar de artistas que siguen con nosotros a través de su arte… pues su música la llevamos muy dentro de nosotros, y eso es lo que la hace perdurable en el tiempo.
David Bowie
Navega con su nave espacial, hecha de notas musicales y de maquillajes, futurista, con un combustible limpio, hecho de rock, pop, electrónica, glam, dance, soul, r&b…
Solo hay una palabra que le puede definir: Inclasificable. Con influencias de artistas como Lou Reed o Iggy Pop, pero al mismo tiempo dejando huella en centenares de artistas que copian o versionan lo que él crea. Músicos que beben de sus melodías, innovaciones, puestas en escena y estética.
Para muchos de nosotros, el artista completo, una reencarnación de los genios del Renacimiento, que abarcaban todas las manifestaciones del arte.
Cantante, actor de cine y teatro, diseñador de portadas de discos, compositor, y por supuesto su capacidad de alimentar su personalidad con noticias y leyendas verdaderas y falsas, que lo encumbran a una categoría inaccesible para el resto de sus imitadores.
Cara maquillada, estética futurista y provocativa, ojos bicolores (herencia de una pelea juvenil por una chica), ambigüedad sexual cuidada hasta el más ínfimo detalle, amante de la filosofía oriental y de la ciencia ficción, admirador de Kubrick y de Orwell.
De las diversas leyendas, ciertas o no, nos quedamos con una que dio lugar a una de las mejores baladas del rock, «Angie». Según dicen las buenas o malas lenguas, Mick Jagger estaba enamorado de su mujer Angie y le escribió esta canción. Según también estas lenguas, malas o buenas, no está claro si amaban a la misma mujer o se amaban los tres a la vez. ¡Qué más da!
Nunca está pendiente de las modas musicales y artísticas, porque no las necesita, es muy sencillo, la moda la crea él.
Ahí va una canción que refleja su pasión por la ciencia ficción y por el polvo de estrellas, la que dedicó a la película, «2001 una odisea en el espacio», de Stanley Kubrick.