Las cofradías relacionadas con las almas del purgatorio estaban presentes en la práctica totalidad de las iglesias. Hasta 1936 había un “Altar de las Almas en la Parroquia de Sax”. En las creencias populares tradicionales, la devoción a la Virgen del Carmen estaba vinculada al culto a los difuntos. En Sax se conserva la letra y la música del canto de ánimas para pedir limosna por las calles.
Para cumplir con sus obligaciones, las cofradías de ánimas dependían de las cuotas de sus cofrades, de los donativos de los feligreses, tanto en dinero como en especie, y de las actividades que organizaban en el periodo comprendido entre el día de los Inocentes (28 de diciembre) y Reyes (6 de enero), como la Fiesta de Inocentes y las rifas ocasionales, a pesar del intento de la Ilustración por controlar las cofradías. Estas Fiestas de Inocentes todavía persisten en Alicante (Ibi, Campo de Mirra), Murcia, Andalucía (verdiales de Málaga), Castilla La Mancha y Canarias.
En cuanto a las cantidades de fieles y devotos, tenemos las limosnas recolectadas por el pueblo dos noches cada semana durante todo el año, y las procedentes de lámparas y cepillos en la Parroquia, ermitas de San Sebastián y San Blas, y mesón de la Villa.
Un ejemplo de lo expuesto lo podemos comprobar en las cuentas de 1762, que se presentaron en el cabildo de 4 de febrero de 1763:
Lámparas. Item se les hizo cargo de trescientos quarenta reales que se sacaron de la limosna que acostumbran pedir por el Pueblo dos noches cada semana.
Zepillos. Item se les hizo cargo de trescientos treinta reales vellón que importaron las limosnas de los zepillos de la Parroquial, hermitas de San Sebastián, San Blas y mesón de esta villa.
Inozentes. Item se les hizo cargo de doscientos setenta y tres reales vellón, que se sacaron de la festividad de Inocentes.
Cofrades. Item se les hizo cargo de trescientos sesenta reales y veinte y cinco maravedíes que se sacaron de las limosnas que contribuieron los cofrades.
Suma el cargo mil trescientos nueve reales y diez y seis maravedíes.