La ya desaparecida ermita de San Sebastián se hallaba en una plazuela que hizo suyo su nombre. La ermita fue construida en los primeros años del siglo XVI, ofrecida en votos al santo, (considerado protector de las enfermedades infecciosas), debido a la epidemia de peste que en 1506 causó miles de muertos a lo largo de la península, viéndose la población libre de contagio.
Es por ello que los fervientes devotos creyeron en la “divina protección” del santo y en su honor y para venerarlo erigieron la ermita. En 1968, y en aras del progreso fue derribada, para en su lugar edificar “Una guardería infantil ” y un “Club residencia de ancianos”. Proyecto que no pudo hacerse realidad, y que acabó sacrificando una ermita con una larga historia de más de 450 años…
Carmen Iborra.