Las cuentas de propios de 1736 nos muestran el paso por Sax de un personaje peculiar: el Príncipe de Montelíbano, como vemos en la siguiente anotación:
“Item da en data por seis recibos doscientos diez y seis reales y seis maravedíes vellón, los mismos que se han gastado…Y los restantes de la ayuda de costa que se le hizo quando transitó en esta Villa el Príncipe del Montelíbano, quien traía despacho de Su Magestad (Dios lo guarde)…”.La ayuda de costas era una cantidad que se concedía para gastos de viaje con motivo del desempeño de un cargo, en este caso con un documento real, el “despacho de Su Magestad”.Buscando otras noticias sobre el “Príncipe de Montelíbano”, vemos la siguiente noticia en la Gaceta de Madrid, del martes 15 de abril de 1732, sobre su presencia en los Países Bajos: “La Haya, 26 de Marzo de 1732. Aquí ha llegado un Príncipe de Monte Líbano, y desde su arribo ha tenido algunas conferencias con los Diputados de la República”.Al año siguiente, en 1737, tenemos otra referencia de la presencia del Príncipe de Montelíbano en Cádiz: “La presencia de los maronitas con sus cuestaciones aparecieron en 1737, así el príncipe de Monte Líbano, Don Juan Baz Albeyzi, a quien dio el Ayuntamiento 16 pesos de limosna para ayuda de viaje”.
Quince años después, en 1751, se constaba la presencia del Príncipe de Montelíbano en la América española:
“1751. Carta del Gobernador de Buenos Aires, Don José de Andonaegui, al Marqués de la Ensenada, diciendo que sin embargo de haberle participado el Gobernador de la Colonia hallarse en ella el Príncipe de Montelíbano, con deseos de pasar a aquella ciudad a pedir limosna para rescatar a su mujer e hijos, cautivos del Gran Turco, no le concedió licencia por no traer pasaporte de Su Majestad. Buenos Aires, 15 Abril”.En 1754, el marqués de la Ensenada salía al paso de los abusos de estos orientales y envió una R.O. “para que se arrestaran a los maronitas y melchitas que aportaren al obispo de Cádiz figurando ser obispos del Oriente perseguidos hasta examinar sus papeles con todo lo demás que prevenía el mandato”