Sobre estas tierras escribió En Jaume I, el rey aragonés que pretendía conquistar más hacia el sur que sus antecesores y evitar la llegada de los castellanos, del infante Don Alfonso de Castilla, al Mediterráneo. Distintos tratados ponen las líneas divisorias entre los dos reinos, convirtiéndose siempre Sax y Villena en tierra de conflicto. El texto del Llibre dels Feits, o Libro de los Hechos, sitúa a estas poblaciones en la historia, aunque ya habían sido citadas por autores musulmanes. En esta obra nos encontramos con dos nombres propios, Ramón Folc de Cardona y Artal de Alagón. Los dos caballeros de Jaime I y que suponen el primer intento de conquista de estas tierras por parte de los aragoneses. Esto nos podría hacer sentirnos algo más vinculados al rey y al reino que fundaría tras la conquista de todo este territorio.
Este texto fue dictado por el propio rey, por lo que él consideraría que era de importancia. Según me comentaban en la carrera, esta fue una de las pocas batallas de la España medieval de las que se tiene constancia, por lo que le da un grado más de importancia.
En el folio 125 del Llibre dels Feits nos dice:
“Después de tomar Valencia, vino Don Ramón Folc de Cardona, al que acompañaban unos cincuenta caballeros, entre parientes y amigos, y me rogaron les permitiese realizar una cabalgada por tierras de Murcia, ya que no habían participado en el asedio de Valencia. Me pareció bien. Les acompañó Artal de Alagón, hijo de Don Blasco, que conocía el terreno, pues lo había visitado anteriormente. El primer sitio donde decidieron pelear fue Villena y, al llegar cerca del pueblo, preparados los caballos, así como toda la compañía con las armas que disponían, arremetieron al galope contra los moros de Villena, y les ocuparon las dos terceras partes de la población. Después, no hallándose seguros para mantenerse allí, dadas las fuerzas de los islámicos que había en la villa, tuvieron que salir, pero se llevaron mucha ropa encontrada en las casas.
A continuación siguieron a Sax, donde penetraron a base de un ataque de caballería, tomando gran parte de la población, mas un moro lanzó desde un tejado tan gran piedra que vino a dar sobre el casco metálico que cubría la cabeza de Artal de Alagón; lo hizo caer del caballo y murió de aquel golpe. Por este motivo, recogieron el cadáver y salieron fuera de la localidad, abandonando la empresa.
A pesar de que proyectaban seguir hacia más lejos, resolvieron regresar por el fallecimiento de Artal de Alagón. De modo que al cabo de ocho días volvieron ante mí. La cabalgada no resultó provechosa, exceptuando que consiguieron carnes varias con el fin de alimentar a toda la hueste. Después de esto, Ramón Folc se volvió”.