Las adicciones a las nuevas tecnologías (internet, teléfonos móviles, televisión, videoconsolas), las ludopatías, las compras y el consumo compulsivo, así como los trastornos alimentarios están experimentando un aumento entre los jóvenes, a tenor de los últimos datos que manejan los especialistas encargados de tratar estas patologías del comportamiento, así como el número de casos de personas que acuden a ellos tras tomar consciencia de que tienen un problema de adicción.
Las conductas adictivas deben de ser consideradas como un síntoma de un problema profundo de la persona. Por eso, el tratamiento es integral, incidiendo en el área personal, familiar, social, laboral y formativa del individuo. No es suficiente con evitar el hábito adictivo, sino que es necesaria una reelaboración del resto de áreas de la persona para que la recuperación sea efectiva.