Hace 200 años, el 11 de mayo de 1823, el sajeño José Ganga Herrero, Gobernador de las Islas Marianas, en el océano Pacífico, desde el año anterior por nombramiento del rey Fernando VII durante el Trienio Liberal, llegó al puerto de Apra, en la isla de Guam.
Tras desembarcar todo el equipaje y descansar dos días, para recuperarse de tan largo viaje, se dirigieron a la capital, Agaña, acompañados por un pelotón de soldados que había enviado como escolta el gobernador interino Montilla, que había estado muchos meses en el cargo, esperando la llegada del nuevo gobernador.
Al fin, el 15 de mayo, en el Palacio del Gobernador, se llevó a cabo la ceremonia de toma de posesión del cargo como nuevo Gobernador de las Islas Marianas, con el ritual acostumbrado: fue conducido a la gran sala de recepción del segundo piso del Palacio, donde, en presencia de todos los oficiales y soldados, fue leída su comisión por el capitán Justo de la Cruz, oficial de verificación de la primera Compañía.
A continuación, recibió de su predecesor el inventario de documentos en los archivos del gobierno -que estaban en el Palacio- y la lista de armas en el Presidio, junto con el bastón, el símbolo de la autoridad. El gobernador saliente desocupó de inmediato su alojamiento y se trasladó a la Casa del Retiro, la gran casa de piedra que solía acomodar a los antiguos gobernadores y otros altos funcionarios hasta que el barco que había traído al nuevo gobernador estuviese listo para zarpar de vuelta a la Península.
Nada más llegar al archipiélago, José Ganga Herrero descubrió que un formidable tifón ocurrido el 1 de septiembre de 1821 había causado daños considerables al Palacio, al Almacén y la Tienda. También comprobó que el edificio dejaba mucho que desear para acomodar a su familia, pues al entrar en el Palacio no encontró ningún lugar donde guardar nada bajo llave, sin muebles y sin comida.
Durante las reformas del Palacio, el nuevo gobernador y su familia se alojaron en la casa del indígena chamorro Florencio Aguón, alcalde de Agaña.